Personajes:
Brad
Maestra
Mama
LIBRETO:
Narrador: Había una vez un niño llamado Brad, quien recientemente había perdido a su mama. En la escuela la mayor parte del tiempo se sentia solo. No queria comer ni hablar con sus amigos, y sus calificaciones habian bajado.
Maestra: Ven Brad, es hora del recreo.
Brad: Puedo quedarme aquí adentro del salón?
Maestra: No, Brad… necesitas comer. Ven conmigo a la cafeteria.
Brad: Bien, pero primero me lavare las manos. Allá la veré en un rato más.
Maestra: Muy bien.
Narrador: El niño en lugar de ir a la cafetería, se fue al patio, y se sentó en una banca. No había nadie allí. Tan pronto como se sentó, bajo su cabeza para llorar por su mama, y allí estaba un teléfono celular.
Brad: Pero… que es esto?
Narrador: Brad tomo el celular en sus manos, y repentinamente este empezó a sonar.
Brad: Esta sonando. Debere contestar?
Narrador: El niño contesto el teléfono y escucho una voz que le parecía muy familiar.
Brad: Eres tu mama? No lo puedo creer!
Mama: Si Brad, soy yo.
Brad: Esto es imposible! Tu te fuiste. Nos dejaste solos.
Mama: Lo siento. No pude evitarlo. Jesús me llamo al cielo… El te ha visto triste, y me ha dado permiso para hablar contigo utilizando su teléfono celular.
Brad: Mama, te quiero. Mi hermana y yo te extrañamos mucho! Mi papa esta muy triste y el nos habla de ti todo el tiempo.
Mama: Lo se… yo también los extraño o mucho.
Brad: Mama, yo quiero estar contigo. Me siento tan solo!
Mama: Todavía no es tiempo. Tu todavía tienes muchas cosas que hacer por ti, por tu hermana, y por tu padre. Yo se que estas preocupado porque no sabes si soy feliz, y porque piensas que estoy aca sola.
Brad: Si mama. Como sabes que pienso en eso todas las noches antes de rezar y de dormirme?
Mama: Querido hijo, yo no estoy sola. Estoy aquí con tus abuelos, y todos somos muy felices. Solo estamos esperando el día en que tú vengas con nosotros. Tu perrito Pitt también esta aquí con nosotros.
Brad: Mama, esta Dios contigo?
Mama: Si, El siempre esta con nosotros, y con todos ustedes alla, cuidandolos todo el tiempo.
Brad: Mama, de verdad estas bien?
Mama: Si, hijo, no te preocupes por mi, y no te sientas solo y triste. Yo siempre estoy cuidandolos. Aunque t no puedas verme, yo siempre estaré en tu corazón y en tus pensamientos. Eso me mantiene viva dentro de ti.
Brad: Jolie y Papa estarán felices cuando les diga que he hablado contigo. Les daré este teléfono para que ellos también puedan hablar contigo.
Mama: Brad, no le digas a nadie acerca de nuestra conversación, ellos no lo entenderían. Este sera nuestro secreto.
Brad: Muy bien mama, este es nuestro secreto, pero me quedare con este teléfono celular para que puedas llamarme de Nuevo. Estoy muy feliz de escuchar tu voz otra vez, ahora ya se que están conmigo y que siempre lo estarás.
Mama: Solo quiero pedirte que seas el niño que eras antes, un niño feliz. Tienes que estudiar, y vivir tu vida. Ama a tu hermana y a tu papa.
Brad: Si mama. Hablaras conmigo alguna vez?
Mama: No, mi pequeño. Dios solo nos permite hablar con ustedes una sola vez.
Brad: De todas maneras me quedare con este teléfono celular, solo en caso de que quieras hablar conmigo otra vez.
Mama: Esta será la última vez que escuches mi voz, pero recuerda lo que te dije. Siempre estare contigo.
Brad: Te amo mama.
Mama: Yo tambien. Tengo que irme. Adios, mi hijito.
Brad: Adios, mama… y no te olvides de nosotros. Te quiero mama!
Narrador: Repentinamente se hizo un gran silencio.
Maestra: Brad… Brad! Despierta! Despierta! Tienes que regresar a clases!
Brad: Maestra! Tengo que decirle algo que me acaba de suceder!
Narrador: Brad se metió la mano en el bolsillo del pantalón buscando el teléfono celular para mostrárselo a la maestra, pero no estaba allí. Entonces recordó la promesa que le hizo a su mama acerca de mantener la conversación en secreto. Entonces comprendió que el teléfono desapareció porque otra gente lo necesitaba.
Maestra: Que sucede? Que quieres decirme?
Brad: No, nada. Solo quiero decirle que mi mama me ama.
Narrador: La maestra tomo de la mano a Brad, y lo condujo al salón de clases, y en el rostro de la maestra una lágrima caía de sus ojos. Desde ese día Brad se convirtió en el niño que era antes de que su mama falleciera. Todos los días el les decía a su papa y a su hermana lo mucho que su mama los amaba. Y nunca le dijo a nadie acerca de la conversación que había tenido con su mama a través del teléfono celular de Dios.